jueves, 21 de noviembre de 2013

“Detrás de cada embarazo no deseado hay un varón involucrado”

La discusión en torno despenalización del aborto y la legalización del mismo, trae a colación un debate sin límite. Existen miles de personas que se pronuncian al respecto y muchas organizaciones políticas y sociales que se pueden ver a diario trabajando para hacer primar sus intereses.

En este caso quienes han logrado una visibilización de la lucha por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito son los movimientos feministas y de mujeres, pero -para quienes no lo saben- también existen organizaciones de varones que luchan por este derecho. Una de estas es el Colectivo de Varones Anti patriarcales, una organización con 5 años de vida pero con un gran reconocimiento por los activistas a favor del aborto. Lisandro Rodríguez Cometta es un joven de 25 años que estudia Sociología en la Universidad de La Plata y que integra desde el 2012 el Colectivo.

¿Cómo se formó el Colectivo?
El Coleo se formó en el año 2009, como una iniciativa de dos compañeros. Uno de ellos, Luciano Fabri, un compañero que vino de Rosario y que hacía tiempo ya venía militando y trabajando cuestiones de género. Y el otro Cristian Prieto Carrasco, un compañero de acá, que hacía tiempo también venía laburando el tema con mucha cercanía con el Espacio de Géneros del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional (FPDS-CN). Un día, “Lucho” se vino para acá desde Rosario y se conoció con Cristian, que tenía un programa de radio en el que trabajaba desde una perspectiva de género. Se juntaron y tuvieron la idea de impulsar un proyecto distinto a los espacios que se venían dando… espacios que tenían que ver con disidencias sexuales. Y ellos veían la necesidad de subir la apuesta y formar un espacio donde más allá de contemplarse las diferencias sexo-afectivas, se amplíe también a problematizar nuestro lugar como varones en esta sociedad y pudiéramos emprender un proceso de deconstrucción.

Se dieron cuenta que existía un espacio similar al que ellos vislumbraban, un Colectivo de Capital Federal llamado Varones por la equidad. Pero este colectivo tenía una perspectiva mucho más institucional… Tibia digamos. No tenían ciertos valores políticos que han sido vitales para nuestro Colectivo como lo han sido la educación popular y la relación directa entre ser anti patriarcal y ser anti capitalista. Asique viendo estos déficits en el espacio de capital e inclusive algunos compañeros del espacio que también tenían esta crítica hacia su colectivo, decidieron crear un espacio nuevo que se llamó Varones Anti patriarcales aquí en La Plata pero que se reprodujo en todas partes del país.

¿Qué es o qué sería un Varón Anti patriarcal?
Es una pregunta que nos hacemos todo el tiempo y que la respuesta se actualiza a menudo. En principio, sabiendo que somos parte de un sistema capitalista y patriarcal, no nos reivindicamos como varones deconstruidos ni mucho menos. Asumimos que estamos en un proceso de problematizar un montón de rasgos y características que atraviesan a los varones y a su lugar de privilegio en esta sociedad. Y es ahí donde aparecen las cosas que no queremos ser. No queremos ocupar el lugar de la “masculinidad hegemónica”, este concepto que tiene que ver con cierta imagen del varón como ser racional, productivo, despojado de sentimientos, opresor y manipulador, tanto de sus emociones como la de los demás.

Tratamos de problematizar eso, la imposibilidad de dar lugar a la empatía, a la emocionalidad… y en ese camino nos hemos vinculado con las organizaciones feministas y de mujeres, y empezamos a dar una militancia activa en lo que son las luchas por la ampliación de derechos y denunciando a los acosos, ya sean personales como institucionales. Principalmente un varón anti patriarcal tiene que ser un varón dispuesto a deconstruirse, a problematizar su lugar y a problematizar los modos en los que nos relacionamos.

¿Cuáles son los principales actores e instituciones patriarcales?
En primer lugar te nombro a la familia, en el sentido de que las lógicas de los mandatos que se imprimen en los sujetos tienen su origen en la familia. Es el lugar donde se define qué es ser varón, qué es ser mujer, como reconocer lo que está bien para tal o cual. Es una institución esencial en el patriarcado, aunque se puede decir que en este tiempo esa imagen convencional de la familia ha perdido peso, ya no es como antes donde la familia es un sostén vital para el desarrollo de los individuos.

También lo es la iglesia, sin duda alguna. La iglesia es por definición una institución patriarcal, misógina… que ha sido la responsable de ubicar en un lugar de poder a los hombres y a la mujer no, porque el cuerpo de la misma es entendida como un bien común.

Y también, completando esa tríada, está el Estado. Con sus instituciones, con sus reglas, con un aparato jurídico tendiente a defender la propiedad privada como principal sustento de la sociedad, también tiene rasgos patriarcales en sus espacios, ya sea en la salud, en lo jurídico-legal y también en la política.

¿Cambia algo la llegada de Francisco?
Si, cambia pero regresivamente para lo que es la lucha contra el patriarcado. Porque es una institución que últimamente no daba pie con bola en las decisiones que tomaba, en el sentido en  que frente a todos los cambios que se vienen dando en los últimos cincuenta años, ha tenido un lugar cada vez más marginal, con una perspectiva muy dura y ortodoxa que claramente no calaba en la sociedad. Y se ve en este nuevo lavado de cara, que ubica a Francisco como nuevo Papa, tiene que ver con una estrategia para volver a incidir, para volver a llegar a la sociedad y para introducir nuevamente en agenda a los temas que le interesan a la iglesia. Y los más grave es que esto se da sobre todo en Latinoamérica, porque es un proceso que se puede entender como de cierto avance en términos geopolíticos el hecho de que haya por primera vez un Papa latinoamericano y Argentino, ya que da lugar a que puedan empezar a intervenir más activamente, pero que a fin de cuentas terminan defendiendo a una sociedad patriarcal y a una imagen de familia que no da lugar a la emancipación, lavando algunas cuestiones como el tratamiento de la iglesia a la homosexualidad más allá de que las líneas políticas sigan siendo las mismas.

¿Por qué el varón debe discutir la problemática del aborto?
En nuestro recorrido como colectivo empezamos a poner en evidencia cómo en distinto ámbitos de nuestra vida se expresa esta asimetría entre el varón y la mujer, y no es el plano sexo-afectivo un plano que quede afuera de esto. En primer lugar entendemos que detrás de cada embarazo no deseado hay un varón involucrado. Pero históricamente como varones hemos ejercido ese poder en las relaciones sexo-afectivas, muchas veces sometiendo u obligando a las mujeres a tener sexo sin los cuidados necesarios y muchas veces, por justamente no ser portadores de la matriz, desafectándonos de todo lo que puede suceder luego de un acto sexual. Entonces, empezar a desarrollar un ejercicio de empatía, de compromiso y de involucramiento con una situación de la cual formamos parte.

Pero también en términos más amplios, rompiendo con lo que sería el varón heterosexual, creemos que hay una complicidad que tiene que ver con la negación a la soberanía sobre los cuerpos a la mujer que es necesario romper, tomando una voz activa. Porque justamente detrás de este proceso de estigmatización ante una mujer que desea interrumpir su embarazo, hay médicos misóginos y violentadores por excelencia, hay jueces, está la iglesia… entonces justamente en todo este entramado es necesario empezar a deconstruir ese lugar que ocupamos de opresores frente a las mujeres y habilitar las potencialidades que nos brinda eso a lo que refiere a nuestra emancipación como sujetos.

¿Cuál es el compromiso del varón en la actualidad por esta lucha?
Sin dudas se ha instalado como un tema políticamente correcto en las organizaciones políticas de izquierda y progresistas, pero eso no se traduce necesariamente en un compromiso y en un involucramiento activos, sin embargo es algo que podemos decir que está en proceso. Por ejemplo en las fechas importantes que tienen que ver con la lucha por el aborto, ha habido históricamente una falta de reconocimiento de la importancia de esas jornadas de lucha, que se traduce en falta de convocatoria, sobre todo de varones.

Pero esta falta de compromiso viene cambiando, de alguna manera gracias a que existen espacios como este, pero no solo de varones sino también de mujeres, que dentro de otras organizaciones políticas vienen haciendo un gran trabajo para instalar estos temas en la agenda y para darse estos debates hacia el interior de las organizaciones. Asique podría decirse que se puede ver un avance pero que lamentablemente no se reproduce en la sociedad en general.

¿Y en cuanto a la agenda media vos sentís que el tema está incluido?
Sí, pero con estrategias funcionales a los intereses gubernamentales y corporativos. Porque de alguna manera la lucha por la despenalización del aborto, que históricamente involucró al conjunto de las organizaciones feministas del país con una perspectiva autónoma y plural, hoy ha entrado en tensión en un momento político en el cual el Kirchnerismo asoma proyectos manejándolos a puertas cerradas, y es ese sector el que nos genera cierto pesimismo por el hecho de que si tiene incidencia en los medios, a diferencia de la amplia gama de organizaciones feministas del país que viene dando cotidianamente las luchas, haciendo mesasos de difusión, denunciando la no aplicación de abortos no punibles, etc.

En el blog del Colectivo de Varones Anti patriarcales hay una frase que dice: “Por cada mujer que se siente atada por sus hijxs, hay un hombre que disfruta de tiempo libre a su costa”. ¿Cuál o cuáles son las causas de abandono por parte de los padres cuando se trata de embarazos jóvenes?
Yo tuve la oportunidad de leer un libro que se llama “El Calibán y la bruja” de Silvia Federici, una autora española, que realmente es muy esclarecedor con respecto a este tema. Da cuenta de cómo hay un ensamble histórico que tiene que ver con el capitalismo y el patriarcado, y en ese ensamble histórico cuál es el papel que se le ha atribuido a la mujer, que tiene que ver con el trabajo domestico. Por ejemplo, esta autora da cuenta de cómo, en las relaciones comunales, la mujer como portadora del saber que tiene que ver con lo domestico y con el cuidado de los niños y las niñas, tenía un lugar de más relevancia. Eso, desde el momento en el que las relaciones pasan a ser relaciones mercantiles y de que las estructuras laborales pasan a ser masculinas, da lugar a un proceso de invisibilización del trabajo de la mujer y, al mismo tiempo, a hacer una relación natural la de mujer y madre.

Esa relación natural, la de mujer-madre, es la que, tanto nosotros como las organizaciones de mujeres, tratamos de romper, porque justamente, al igual que la importancia que para una mujer supone un embarazo, también es necesario que podamos visibilizar la importancia de que la mujer desee llevar adelante ese embarazo, por todo lo que supone. Supone, por ejemplo, que a partir del momento en que queda embarazada y no puede interrumpirlo sin culpa mediante, queda sujeta a tener un lugar de sometimiento, a una realidad a la cual no quiso llegar.

Por último: ¿Cuáles son los mecanismos por los que se plantean trasladar los debates a las masas?
Bueno, primero que nada nosotros formamos parte de distintos espacios de articulación, uno de ellos es la “Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” en la ciudad de La Plata, también participamos en la consejería pre y pos aborto “Decidimos”, formamos parte de distintas instancias que se generan para repudiar actos machistas. Y al mismo tiempo tenemos una dimensión de trabajo que es la de llevar a cabo talleres para varones, en las cuales problematizamos cuestiones referidas al tema. Hay talleres más generales, como el histórico que hemos laburado de “¿Qué es ser varón?”, que es un taller introductorio pero que da lugar a procesos muy intensos de quienes lo llevan adelante, trabajando desde una perspectiva tomando elementos de lo que es la educación popular y desde la idea de sentí-pensarnos, hacemos ejercicios de sensibilización y de puesto de cuerpo en juego. Y también tenemos talleres que se abocan a temas más específicos, como el de “Varones y Aborto” o “Heteronormatividad y Homofobia” y son esos talleres desde los que pretendemos convidar la experiencia, buscando lograr espacios que puedan interpelar varones para que estos empiecen a transitar este camino.

Y también hemos tenido, por esta cuestión novedosa del colectivo, una llegada virtual bastante masiva. Cosas que podemos subir a los medios o al facebook suelen replicarse en todos lados y es desde aquí, mediante las estrategias comunicacionales, que tratamos de difundir nuestro trabajo también.

Leandro Kicillof

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