jueves, 21 de noviembre de 2013

Nadie se queda afuera de esta discusión

Actualmente Argentina pertenece a la minoría de los países del mundo donde el aborto aún está penalizado. Los estudios arrojan que alrededor de 300 son las madres que fallecen en el país anualmente a causa de abortos clandestinos, lo que lo transforma en el principal factor que produce la muerte de mujeres durante el embarazo.
Para visualizar la imagen con mayor nitidez visite la pagina abortolegal.com.ar

A la hora de hablar del aborto es un tanto confuso el rol del hombre en esta discusión. Pero es cierto que una de las principales explicaciones por las cuales las mujeres jóvenes optan por abortar, es por la falta de acompañamiento del padre a la hora de encarar la responsabilidad paterna que implica un embarazo. Según estudios de UNICEF, cuando se da un embarazo en una pareja de temprana edad, luego de los nueves meses solo la tercera parte de los hombres continúa su relación con la chica. Es una cifra escalofriante, pero incluso otros estudios mostraron porcentajes aún más bajos.

Esta cifra responde a variadas explicaciones, entre ellas la que da Lisandro Rodríguez Cometta, integrante del Colectivo de Varones antipatriarcales: “Desde el momento en el que las relaciones sociales y de trabajo pasan a ser relaciones mercantiles y de que las estructuras laborales pasan a ser masculinas, da lugar a un proceso de invisibilización del trabajo de la mujer y, al mismo tiempo, a hacer una relación natural la de mujer y madre, lo que de alguna manera resta importancia al papel de padre”.

En Argentina y en Latinoamérica el embarazo adolescente no para de crecer. Para graficar la magnitud de esta realidad se debe tener en cuenta que cada día nacen en el país 314 bebés de madres adolescentes, el 15,4% del total de los nacimientos, mientras que en 2003 esta cifra era del 13,6%. Este dato analizado de forma relacionada trae el debate de cómo es afrontado el embarazo en el plano económico. Las cifras hablan por sí solas. El 80% de las madres asumen la responsabilidad por el niño o la niña y sólo el 20% por el padre del bebé.

Otro punto para tener en cuenta es en el que se centró el “informe sobre maltrato, trabajo, educación y salud de las niñas, adolescentes y mujeres de América Latina y el Caribe”, elaborado por la UNICE. Este estudio da cuenta que de los 13 millones de partos registrados anualmente en América latina y el Caribe, 2 millones corresponden a mujeres que tienen entre 15 y 19 años, el 93 por ciento de ellas no termina la educación secundaria. Este dato es, al menos para tener en cuenta y para contextualizar lo que representa la problemática.

Profundizando aún más, el estudio dice que: Un 66% de las chicas embarazadas deja la escuela por decisión propia; un 11% por decisión de los padres; un 15% por indicación médica y un 6% porque la escuela no la acepta. Lo más interesante es que entre aquellas que dejan por decisión propia -señala otro informe del Centro de Estudios de Estado y Sociedad-, "el principal motivo de abandono es la vergüenza de ir a clase embarazada".

Por otro lado, América latina es conocida por ser la región más heterogénea del mundo en el plano cultural, pero esto acarrea también abismos en cuanto a la salud y a la educación por ejemplo. Latinoamérica es una zona donde el 93% de los abortos se dan bajo escasas condiciones de seguridad y salubridad. En Argentina puntualmente, en un estudio retomado por la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito, se calcula que entre 460 mil y 500 mil mujeres recurren cada año al aborto en el país, siendo una práctica que no está legalizada, por lo que suscita la inevitable cuestión de realizarse en la clandestinidad.

Dentro de este marco general, dependiendo del sector económico al que se pertenezca, las condiciones de la práctica de interrupción voluntaria del embarazo varían. Desde la realización en un consultorio médico clandestino en condiciones de salubridad hasta la práctica con elementos caseros sin ningún tipo de asepsia. Es por esto que el debate para las mujeres de los sectores populares que no cuentan con los medios para costear un aborto clandestino aséptico no es sí obedecer la ley o no”, sino que se traduce en elegir entre continuar el embarazo, aun sin quererlo, o poner en riesgo sus vidas.

El debate en nuestro país se ha potenciado aún más a partir de que el argentino Jorge Bergoglio ha sido designado como Papa, por ende, líder máximo de la Iglesia católica, siendo el primer Papa Argentino y Latinoamericano. Esta institución está metida de lleno en la disputa por el derecho al aborto, haciendo de opositora y llevando el lema de “si a la vida”, condenando al aborto como una práctica que por supuesto debe ser ilegal ya que, al menos, es inmoral. El oficialismo cedió al pedido de la Iglesia y en el proyecto de reforma que se está planteando para el nuevo Código Civil, en el artículo 19 se establece que la vida humana comienza “con la concepción” y no ya “en el seno materno”.

A partir de esta situación, Latinoamérica y, en especial, Argentina se ha transformado en el escenario principal de la discusión en torno, no sólo la despenalización del aborto, sino también en lo que respecta para la legalización del mismo. De esta última forma, el Estado tendría la responsabilidad de poner a disposición el sistema de salud para regularizar esta práctica, lo que implicaría una situación de la que también se tendrían que hacer cargo las obras sociales.



La Campaña por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito presentó a través de un representante jurídico un proyecto de ley que se está “discutiendo” en la cámara pertinente. Este proyecto de ley específica en su artículo primero que toda mujer tiene derecho a abortar en las primeras 12 semanas de gestación. Prosiguiendo este artículo se especifica que este derecho debe poder practicarse en todos los servicios del sistema de salud. En la lectura del proyecto también se entiende que superado el plazo que establece el primer artículo, también se tiene derecho a abortar en caso de que el embarazo sea producto de una violación, si corre riesgo la salud de la mujer y si existieran malformaciones fetales graves.

A fin de cuentas, el aborto es una cuestión que llama la atención a la sociedad en general y que recibe comentarios de todos y todas, ya que nadie está exento de la posibilidad de pasar por una situación así en su vida.


Iñaki Agostini Zubillaga, Leandro Kicillof e Ignacio Mazzei

¿Como es hoy en día ser una madre adolescente embarazada?

Las madres adolescentes de la Argentina deben, en la mayoría de los casos, enfrentar como madre soltera al embarazo, en muchos casos contando solo con el apoyo de sus padre. Puede elegir, si tener a su hijo o ir a una clínica clandestina y realizarse una intervención quirúrgica, y dependiendo de su nivel económico, aumentarán o no sus posibilidades de sobrevivir.

Hoy en día se encuentra en la agenda el debate sobre la despenalización del aborto. Pero despenalizar el aborto no es sólo una cuestión de leyes y de decisiones individuales, es más bien un problema de salud pública. Estudios arrojan que en la Argentina fallecen 300 madres anualmente por abortos clandestinos, siendo éste el principal factor de muerte durante embarazos. A la mujer no le queda otra opción que acudir a centros donde no se cumplen las condiciones sanitarias mínimas para realizar este tipo de intervenciones, provocando en muchos casos, la muerte de la paciente. Son 300 las madres que mueren en el país anualmente por no tener la posibilidad de realizarse el procedimiento correctamente.

En la Argentina el embarazo entre adolescentes ha aumentado en los últimos años, nacen más de 300 bebés de madres adolescentes diariamente, lo que sería el 15,4% del total de nacimientos, cifra que en el 2003 era del 13,6%. Estos embarazos son provocados por la gran falta de educaciòn sexual en los jòvenes y la falta de destribuciòn de mètodos anticonceptivos.

Las jóvenes no están preparadas para asumir la gran responsabilidad de ser madres, aún no han terminado sus estudios y se estima que sólo el 10% de las adolescentes embarazadas logra terminar la escuela, la gran mayorìa debe abandonar tanto por decisión propia, de sus padres o porque la escuela no las acepta, aunque el principal motivo de abandono es la vergüenza de ir a clases estando embarazada y la discriminación de sus compañeros y profesores.

La decisión de abortar o no debe ser una decisión de la madre, porque es su cuerpo y solo de ella. Muchas mujeres deciden seguir el embarazo por presiones sociales o de su pareja, aunque en la mayoría de los casos.

Estas madres en la mayoría de los casos debe vivir la maternidad como madre soltera debido a que sòlo un quinto de los padres adolescentes reconoce legalmente a sus hijos y realiza aportes econòmicos, por lo que es la madre la que asume la responsabilidad econòmica por el cuidado del bebè, ayudada la mayorìa de las veces por sus propios padres.

Muchísimos grupos de mujeres luchan en las calles para lograr el aborto legal, seguro y gratuito, pero no están solas en su lucha, también varones se sumaron a su reclamo, y aunque no son muchos, su peso simbólico es muy grande y su número está en aumento.

El aborto debe ser una alternativa real para aquellos que han sido víctimas de abuso sexual; han cometido el error de no planificar, muchas veces por ignorancia y falta de educación sexual; o no se sienten listos para enfrentarse a la difícil tarea de ser padres En conclusión, debe haber una buena formación en los colegios con el apoyo de la familia, sobre el tema de la sexualidad,sus consecuencias y responsabilidades, para que no sea necesario llegar a la etapa del aborto. Es hora de que el pueblo tome conciencia de éste problema y asuma la responsabilidad necesaria para que no vayan más chicas a clínicas ilegales a realizarse peligrosos procedimiento y poner en riesgo su vida, por no querer incumplir la ley, pero viviendo la condena social y teniendo en la mayoría de los casos, que abandonar los estudios, siendo una carga para su familia, todo por no tener el derecho a elegir.

Iñaki Agostini Zubillaga

“Con Papa argentino el aborto sigue clandestino”

Yanina Gallina es una acompañante terapéutica que milita en la organización feminista “Pan y Rosas”que lucha por los derechos de las mujeres, a un un trato igualitario, a la eliminación del sistema patriarcal y también por supuesto a la posibilidad de elegir qué hacer con su propio cuerpo y que no sea el Estado o la Iglesia el que lo haga por ellas. Pan y Rosas fue creada a la raíz de los enfrentamientos y de las tomas de fábricas realizadas por las trabajadoras luego de la crisis del 2001.

Participaron de diversas actividades hasta que luego de asistir al Encuentro Nacional de Mujeres en Rosario, en el año 2003, fue luego de ese congreso que decidieron impulsar una agrupación nacional y militante de mujeres trabajadoras, ocupadas y desocupadas, estudiantes y jóvenes con el nombre de Pan y Rosas, en homenaje a las obreras textiles de principios de siglo pasado que lucharon por sus derechos. El desafío que tomaron en nuestras manos fue el de construir una gran agrupación que pelee por la emancipación de las mujeres de toda opresión, desde una perspectiva anticapitalista, clasista y revolucionaria.



¿Hace cuánto que estàs militando en la agrupaciòn Pan y Rosas? ¿Como fue que la conociste?
Milito en la agrupación hace 4 años. La conocí en primer instancia en la facultad y luego me acerque en diferentes medidas de lucha que empecé a participar e involucrarme. Luego de algunas experiencias en conjunto con Pan y Rosas y sobre todo después de un encuentro de mujeres que participe decidí empezar a militar en la agrupación.

¿Es bien conocida la postura de la agrupación frente al aborto, ¿Cuáles son sus principales razones para apoyarlo?
La principal razón es que actualmente se mueren cientos de mujeres porque el aborto es clandestino , entendemos que esta situación desde este lugar tiene que ver con una cuestión de salud pública: la persona que lo realiza se muere o en muchos casos quedan secuelas irreparables. Todo ello evitable ya que quirúrgicamente es una intervención muy simple, lo que permitiría la legalización del aborto es que la mujer no corra riesgo. Desde este lugar lo principal es que no se sigan muriendo más mujeres.

Después creemos que tiene que ver con algo mucho más profundo que es que la mujer pueda decidir qué hacer con su propio cuerpo y que el estado no se debería meter en esta decisión, consideramos que esto no es casual ya que son claras las relaciones del estado con la iglesia, ferviente opositora de este derecho. Desde ahí que en conjunto planteamos la necesidad inmediata de la separación de la iglesia del estado. Como así también que el hecho que sea ilegal fomenta un negocio millonario de las clínicas privadas que realizan esta práctica de manera ilegal, que actualmente te cobran alrededor de 7000 pesos, cuestión que hace que todas las mujeres que no tienen esta situación económica corran riesgos o directamente se mueran.

Otra de las cuestiones que nos parecen que van de la mano es el hecho de una educación sexual laica. Actualmente hay una ley pero se da a medias, en los lugares que se brinda de una manera totalmente machista, patriarcal y heteronormativa. Todo ello porque no es laica, después por otro lado el cumplimiento real de anticonceptivos gratuitos, hoy día vas a las salitas y no hay insumos, por eso no solo luchamos por la despenalización y legalización sino también para que realmente se de seriamente educación sexual y anticonceptivos gratuitos.

¿La agrupación està integrada solamente por mujeres?
Si.

¿Cual creen ustedes que debe ser el papel del hombre en la lucha por la legalización del aborto?
El principal papel del hombre en la lucha es precisamente ese, salir a luchar acompañando a todas las mujeres. Pan y Rosas si bien es de mujeres está impulsada desde el PTS (Partido de Trabajadores Socialistas) donde nuestros compañeros son los primeros en salir a luchar por estos derechos, acompañándonos en las marchas, en las intervenciones, en los debates etc.

¿En general crees que el hombre está a favor o en contra del aborto?
A favor.

¿Vos crees que el hombre debe tener algún papel en la decisión de abortar o ésta es sólo de la mujer?
Creo que es una decisión de la mujer sobre todo porque es su propio cuerpo. Hay muchas mujeres que siguen embarazos por las presiones sociales o de su pareja y esto es terrible ya que no están pudiendo decidir nada mas ni nada menos que sobre su propio cuerpo.

¿Como crees vos que afecta al debate del aborto la elecciòn de Bergoglio como Papa?
Negativamente, hay una lema que empezamos a utilizar que es “Con Papa argentino el aborto sigue clandestino” haciendo alusión a que en cuanto más se afiancen las relaciones del estado con la iglesia católica más lejos se está de conseguir estos derechos.

¿Crees que el aborto va a ser legal en Argentina algùn dìa?¿En cuanto tiempo?
Creo que sí y el tiempo va a depender de las medidas de lucha que entendemos que tienen que ser mucho más fuertes, desde Pan y Rosas estamos convencidas que las mujeres organizadas y luchando en las calles podemos conseguir este derecho. Por eso apostamos a que el movimiento de mujeres sea cada vez más grande y construimos todos los días en relación a esto. Por ejemplo, ahora se realiza el encuentro nacional de mujeres donde una de las luchas concretas es que salgan diferentes acciones y movilizaciones de este encuentro, lo que permitirá que las miles de mujeres que participan coordinemos para potencializar el movimiento como también para salir a luchar, logrando mayor visibilidad y así logrando la legalidad.

Entendemos que no va a venir de arriba, sino que es indispensable la presión y lucha en las calles para que se consiga.

Iñaki Agostini Zubillaga

El aborto: la mirada profesional de los médicos

Los médicos de la argentina ocupados del área respectiva del aborto, están en su mayoría y casi en su totalidad a favor de la despenalización del aborto. Consideran que esta práctica profesional no hará que se produzcan menos nacimientos, sino, que su efecto primordial será evitar o reducir la cantidad de muertes de las madres a la hora de someterse al aborto clandestino.
 


Casi ocho de cada diez médicos de hospitales públicos neuquinos consideraron que la despenalización del aborto contribuirá a disminuir la mortalidad materna. Siete de cada diez manifestaron estar de acuerdo con que la decisión de interrumpir voluntariamente la gestación es un derecho de la mujer. Y más de nueve de cada diez dijeron estar en desacuerdo con que puedan ir presas. Los datos surgen de la primera encuesta sobre opiniones y percepciones en torno de esa práctica que se realiza en la provincia de Neuquén a ginecólogos/as-obstetras y generalistas de establecimientos hospitalarios.

“De los resultados de la encuesta como de los grupos focales se percibe una opinión generalizada entre los médicos a favor de la despenalización del aborto y que en definitiva la decisión final de interrumpir una gestación es de la mujer”, indicó Mónica Oppezzi, referente del Programa Salud Sexual y Reproductiva de la Republica Argentina. Así, se demuestra que el apoyo por parte de los especialistas encargados de realizar el aborto en este primer sondeo oficial es generalizado y de aceptación.

A la hora de hablar sobre las causas que llevan a las jóvenes a realizar un aborto, los especialistas brindaron respuestas que apuntan a problemas muy puntuales. Para el 49 por ciento de los profesionales encuestados el motivo más frecuente por el cual las mujeres se provocan un aborto es el no uso de métodos anticonceptivos, mientras que un 19 por ciento opinó que es la falta de educación e información de la mujer. En ese período en la provincia, un 47,8 por ciento de las mujeres no habían planeado su embarazo, y de ese total un 67,5 por ciento reportó no haber usado ningún método anticonceptivo. Las deficiencias en la implementación de la Ley Nacional de Educación Sexual Integral en las aulas así como la incorporación en los currículos de los contenidos específicos de acuerdo con el marco legal provincial fueron señaladas en forma recurrente y aparecen como barreras para acceder a la información, particularmente en la población adolescente. “Algo está fallando y yo creo que tiene que ver con la educación que reciben los chicos, nuestros hijos”, comentó otro de los médicos ginecólogos encuestados, Martin Ríssi.

Y ¿Qué pasa con los médicos que se niegan a realizar los abortos? “Generalmente, la mayor parte de los médicos que se niegan a hacer un aborto en un hospital público, no lo hacen por objeción moral, sino por el “qué dirán”. Piensan que los colegas y sus pacientes los van a criticar. Los estudios que se han hecho en Argentina, Brasil, Perú y otros países demuestran que la mayoría de los médicos están a favor de la interrupción del embarazo en los casos previstos en la ley y que lo practicarían las médicas o lo aceptarían los médicos con respecto a sus parejas. Eso hay que divulgarlo, como ocurre con el hecho de que la gran mayoría de las personas están en contra de que las mujeres que conocen y que se hicieron un aborto sean castigadas y judicializadas por esa razón”, sintetiza el reconocido ginecólogo y obstetra Aníbal Faundes, quien presentará pronto en la Cámara de Diputados el libro El drama del aborto: en busca del consenso.

En conclusión, la opinión generalizada de los profesionales de la medicina para con el aborto en positiva y también consideran que es un tema que necesita ir avanzando día a día para pujar en las legislaciones nacionales para que se haga legal, pero por sobre todo, pujar para que se destruyan los prejuicios y se genere un consenso social para con el caso.

Fuentes:

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-170971-2011-06 28.html

http://lavaca.org/notas/el-aborto-el-turno-de-los-medicos/

Ignacio Mazzei

El aborto desde la medicina

El doctor Rodolfo Fernández Trillo, es uno de los médicos más prestigiosos e importantes de la ciudad de La Plata, encargado del sector de salud de IOMA y médico de cabecera de varios institutos psiquiátricos de la zona.

¿Cuáles son los métodos habituales en la práctica del aborto?

El aborto provocado tiene por objeto la destrucción del hijo en desarrollo en el seno materno o su expulsión prematura para que muera. Para conseguir este resultado se suelen usar diversos métodos que en otras circunstancias se emplean normalmente también en ginecología y obstetricia, y que se eligen atendiendo a los medios de que se disponga y a la edad del feto que hay que suprimir. Los métodos más utilizados son: aspiración, legrado, histerotomía ("mini cesárea"), inducción de contracciones e inyección intraamniótica.

¿Puede decirse que estos métodos sean seguros para la vida o la salud de la madre?

No. La palabra "seguridad" no viene de la mano de estas situaciones. En los abortos por aspiración existe el riesgo de infecciones e incluso de perforación del útero, y que a la hemorragia se una la lesión de órganos abdominales de la madre. Este riesgo se incrementó en los abortos por legrado. En los abortos por inducción de contracciones las complicaciones más graves son las hemorragias y las embolias, y en las "mini cesáreas" se corre el riesgo de desgarros de la cicatriz y de infecciones sobreañadidas. En las inyecciones intraamnióticas puede producirse el paso de las sustancias tóxicas al sistema circulatorio de la madre. Es cierto que estas complicaciones no son muy frecuentes y que la mortalidad materna no es alta (aunque hay complicaciones y hay muertes), pero existen secuelas importantes derivadas de estas manipulaciones, que pueden influir seriamente en el desarrollo de embarazos posteriores. Hay que mencionar también aquí el alto riesgo de alteraciones psíquicas que pueden aparecer muchas veces de forma tardía. El aborto supone frecuentemente para la madre, aunque se someta a él voluntariamente, un fuerte trauma psíquico. Por eso, es fundamental para la mujer, si es que va a realizar un aborto con todo lo que conlleva, hacerlo bajo una estructura legal y equipada con todas las condiciones necesarias para que sea una operación exitosa y con las mínimas secuelas posibles.

¿Existen otros métodos, más peligrosos para la madre, que se usan en el aborto clandestino?

Sí. Desde hace muchos años existen testimonios históricos de abortos provocados, con gran riesgo para la vida de la madre. Hoy en día siguen usándose métodos caseros en los abortos clandestinos.

¿No sería mejor entonces, legalizar el aborto para evitar los riesgos de esos abortos clandestinos, o para que las mujeres más pobres no estén en inferioridad de condiciones respecto a las de clase alta?
Legalizando el aborto se garantiza un mejor lugar, equipado y respaldado por buenos médicos para preservar la salud de la madre y evitar posibles tragedias, además de que en un país como argentina, es muy necesario ya que esta, en su mayoría es una problemática que atañe a las mujeres más pobres y carenciadas de la sociedad las cuales se verían mayormente beneficiadas de la puesta en marcha de un proyecto de estas características. Sin embrago, también es muy importante, tanto como la legalización, formar un consenso social para este fenómeno, ya que, a pesar de la legalización, por distintos motivos prejuiciosos tanto en la clase alta como la clase baja, no me quedan dudas que los abortos clandestinos y privados seguirán ocurriendo.

La cuestión del aborto, ¿no es un problema de conciencia de la mujer, al que debe ser ajeno el Estado?
No creo que sea así, ya que la misma conciencia de la mujer a lo largo de su vida es moldeada por la educación, los derechos y los rituales que adquiere y consume por parte del estado. Por lo tanto, el estado de determinado país es también responsable del camino que tomo la persona y la decisión que tomara con respecto del aborto. El aparato estatal debería ser capaz de proveer en caso de que se decida hacer un aborto, las condiciones necesarias para hacerlo de forma sana y correcta.

Entonces, ¿tienen los Estados obligación de despenalizar la práctica del aborto?
Los Estados tienen obligación de poner los medios, también los jurídicos, para que se posibilite un derecho, del mismo modo que tienen obligación de poner los medios necesarios para que se respeten y se cumplan otros derechos como el de la seguridad, que no se viole o se robe; y conforme a las técnicas jurídicas actuales, la tipificación penal del aborto como delito es la medida jurídica que a fin y al cabo atenta contra la seguridad de la vida de muchas madres de distintos estratos sociales.

¿Significa esto que el Estado debe sancionar en sus leyes todo lo que la moral prohíbe?
No. El Estado sólo debe sancionar aquellas conductas inmorales que entran en el ámbito de su competencia por no agotarse en el terreno de la intimidad de las personas, y siempre que las normas jurídicas sean un instrumento técnicamente apto para evitar que se haga lo que se prohíbe. Todo ello sin perjuicio de la prudencia exigible al legislador para saber en cada caso hasta dónde puede y debe llegar, pues a veces es admisible la tolerancia con el mal por la imposibilidad de erradicarlo y si su prohibición pudiese causar males todavía mayores.

En conclusión, ¿cuáles serían los efectos de la despenalización del aborto?
La mayoría de los médicos somos concientes de que la despenalización del aborto no reducirá los índices de nacimientos o embarazos, lo que si reducirá drásticamente, con un buen aparato encargado de resguardar la salud de las madres, será las muertes de las madres por mala praxis de los abortos clandestinos.

Ignacio Mazzei

La lucha desde adentro

Cuando un hombre es aún joven y se enfrenta a la situación de ser padre, existe la posibilidad de que abandone a su pareja porque no desea cargar con la responsabilidad de un hijo. Pero cuando ese embarazo es no deseado también por la madre ¿ella puede elegir? En el 40 % de los países del mundo–entre los que se incluye Argentina- la respuesta es simplemente no. Pero este no, no lo dicen las mujeres, sino que sale de la boca del hombre, ese mismo hombre que puede elegir abandonarla a ella y a su hijo.

En el mejor de los casos, un médico o un juez decidirán si esa mujer (que por distintos motivos no quiere continuar con su embarazo) puede, o no, someterse a un aborto. Sin ser este aborto, por supuesto, lo que la mujer pretende en realidad, ya que en su cabeza no tiene pensado tener que pasar por el grado de estigmatización que supone este proceso en la sociedad actual, que –con métodos más lavados que antes- sigue oprimiendo a la mujer por su condición de debilidad.

Mujeres organizadas

La lucha por que esto cambie se viene dando hace décadas por los movimientos de mujeres de todo el mundo, que se proponen día a día emprender la batalla contra el machismo y contra las instituciones patriarcales. Las mujeres han entendido que frente a un enemigo tan grande y tan arraigado en el pensamiento humano, la solución es poner el cuerpo cotidianamente y salir a la calle para que el mundo escuche su voz.


Esa voz femenina y feminista se encuentra avanzando cada vez más, pero como decíamos tiene un enemigo muy grande. Este enemigo no es el hombre, sino las instituciones y las lógicas que han posicionado al hombre en el lugar de privilegio que tiene hoy. Esas instituciones son, en primer lugar la familia, ya que las lógicas de esta lo han posicionado al hombre como el que tiene que tomar las decisiones. También la iglesia, una institución que como mínimo tampoco le da a la mujer el rol de ser quien toma las decisiones. Y por último, está el Estado, el cual también tiene rasgos patriarcales en sus espacios, ya sea en la salud, en lo jurídico-legal y también en la política.

Varón feminista

Por suerte para estas mujeres que se embarcaron en la incansable tarea de luchar por sus derechos, se ha sumado un actor que, de mínima, puede jugar en otro lugar de la cancha: El varón. ¿Por qué la lucha feminista excluye al hombre? Todo lo contrario, el hombre, como opresor y como generador de la falta de derechos para la mujer, debe concientizarse de su rol y, si no lo cree correcto, debe alistarse en las filas y salir a pelear porque esto cambio.

Este camino es el tomado hoy por organizaciones como “Meando fuera del tarro” y el "Colectivo de Varones Antipatriarcales", de la Ciudad de Buenos Aires y de La Plata respectivamente. Estos colectivos juegan un papel preponderante en esta lucha. Es cierto que son grupos reducidos actualmente, pero su repercusión es mayor -en una escala cualitativa- que el de los grupos de mujeres, ya que, por un lado son espacios novedosos, y por otro lado son quienes dan las discusiones para debatir el machismo y patriarcalismo desde adentro del género masculino.

Conciencia

La despenalización del aborto y su legalización subsiguiente no podrá lograrse nunca en una sociedad que mantenga esta identidad machista que la caracteriza, donde el hombre puede decidir y la mujer no. Y para erradicar estos rasgos, es necesario un compromiso de la sociedad entera, por lo menos toda la sociedad que vislumbre esta realidad con la misma perspectiva que la de quienes están a favor del aborto y los derechos feministas. La lucha por un mundo mejor y menos desigual está abierta a todos y todas, y  no se reserva el derecho de admisión.

Leandro Kicillof

“Detrás de cada embarazo no deseado hay un varón involucrado”

La discusión en torno despenalización del aborto y la legalización del mismo, trae a colación un debate sin límite. Existen miles de personas que se pronuncian al respecto y muchas organizaciones políticas y sociales que se pueden ver a diario trabajando para hacer primar sus intereses.

En este caso quienes han logrado una visibilización de la lucha por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito son los movimientos feministas y de mujeres, pero -para quienes no lo saben- también existen organizaciones de varones que luchan por este derecho. Una de estas es el Colectivo de Varones Anti patriarcales, una organización con 5 años de vida pero con un gran reconocimiento por los activistas a favor del aborto. Lisandro Rodríguez Cometta es un joven de 25 años que estudia Sociología en la Universidad de La Plata y que integra desde el 2012 el Colectivo.

¿Cómo se formó el Colectivo?
El Coleo se formó en el año 2009, como una iniciativa de dos compañeros. Uno de ellos, Luciano Fabri, un compañero que vino de Rosario y que hacía tiempo ya venía militando y trabajando cuestiones de género. Y el otro Cristian Prieto Carrasco, un compañero de acá, que hacía tiempo también venía laburando el tema con mucha cercanía con el Espacio de Géneros del Frente Popular Darío Santillán Corriente Nacional (FPDS-CN). Un día, “Lucho” se vino para acá desde Rosario y se conoció con Cristian, que tenía un programa de radio en el que trabajaba desde una perspectiva de género. Se juntaron y tuvieron la idea de impulsar un proyecto distinto a los espacios que se venían dando… espacios que tenían que ver con disidencias sexuales. Y ellos veían la necesidad de subir la apuesta y formar un espacio donde más allá de contemplarse las diferencias sexo-afectivas, se amplíe también a problematizar nuestro lugar como varones en esta sociedad y pudiéramos emprender un proceso de deconstrucción.

Se dieron cuenta que existía un espacio similar al que ellos vislumbraban, un Colectivo de Capital Federal llamado Varones por la equidad. Pero este colectivo tenía una perspectiva mucho más institucional… Tibia digamos. No tenían ciertos valores políticos que han sido vitales para nuestro Colectivo como lo han sido la educación popular y la relación directa entre ser anti patriarcal y ser anti capitalista. Asique viendo estos déficits en el espacio de capital e inclusive algunos compañeros del espacio que también tenían esta crítica hacia su colectivo, decidieron crear un espacio nuevo que se llamó Varones Anti patriarcales aquí en La Plata pero que se reprodujo en todas partes del país.

¿Qué es o qué sería un Varón Anti patriarcal?
Es una pregunta que nos hacemos todo el tiempo y que la respuesta se actualiza a menudo. En principio, sabiendo que somos parte de un sistema capitalista y patriarcal, no nos reivindicamos como varones deconstruidos ni mucho menos. Asumimos que estamos en un proceso de problematizar un montón de rasgos y características que atraviesan a los varones y a su lugar de privilegio en esta sociedad. Y es ahí donde aparecen las cosas que no queremos ser. No queremos ocupar el lugar de la “masculinidad hegemónica”, este concepto que tiene que ver con cierta imagen del varón como ser racional, productivo, despojado de sentimientos, opresor y manipulador, tanto de sus emociones como la de los demás.

Tratamos de problematizar eso, la imposibilidad de dar lugar a la empatía, a la emocionalidad… y en ese camino nos hemos vinculado con las organizaciones feministas y de mujeres, y empezamos a dar una militancia activa en lo que son las luchas por la ampliación de derechos y denunciando a los acosos, ya sean personales como institucionales. Principalmente un varón anti patriarcal tiene que ser un varón dispuesto a deconstruirse, a problematizar su lugar y a problematizar los modos en los que nos relacionamos.

¿Cuáles son los principales actores e instituciones patriarcales?
En primer lugar te nombro a la familia, en el sentido de que las lógicas de los mandatos que se imprimen en los sujetos tienen su origen en la familia. Es el lugar donde se define qué es ser varón, qué es ser mujer, como reconocer lo que está bien para tal o cual. Es una institución esencial en el patriarcado, aunque se puede decir que en este tiempo esa imagen convencional de la familia ha perdido peso, ya no es como antes donde la familia es un sostén vital para el desarrollo de los individuos.

También lo es la iglesia, sin duda alguna. La iglesia es por definición una institución patriarcal, misógina… que ha sido la responsable de ubicar en un lugar de poder a los hombres y a la mujer no, porque el cuerpo de la misma es entendida como un bien común.

Y también, completando esa tríada, está el Estado. Con sus instituciones, con sus reglas, con un aparato jurídico tendiente a defender la propiedad privada como principal sustento de la sociedad, también tiene rasgos patriarcales en sus espacios, ya sea en la salud, en lo jurídico-legal y también en la política.

¿Cambia algo la llegada de Francisco?
Si, cambia pero regresivamente para lo que es la lucha contra el patriarcado. Porque es una institución que últimamente no daba pie con bola en las decisiones que tomaba, en el sentido en  que frente a todos los cambios que se vienen dando en los últimos cincuenta años, ha tenido un lugar cada vez más marginal, con una perspectiva muy dura y ortodoxa que claramente no calaba en la sociedad. Y se ve en este nuevo lavado de cara, que ubica a Francisco como nuevo Papa, tiene que ver con una estrategia para volver a incidir, para volver a llegar a la sociedad y para introducir nuevamente en agenda a los temas que le interesan a la iglesia. Y los más grave es que esto se da sobre todo en Latinoamérica, porque es un proceso que se puede entender como de cierto avance en términos geopolíticos el hecho de que haya por primera vez un Papa latinoamericano y Argentino, ya que da lugar a que puedan empezar a intervenir más activamente, pero que a fin de cuentas terminan defendiendo a una sociedad patriarcal y a una imagen de familia que no da lugar a la emancipación, lavando algunas cuestiones como el tratamiento de la iglesia a la homosexualidad más allá de que las líneas políticas sigan siendo las mismas.

¿Por qué el varón debe discutir la problemática del aborto?
En nuestro recorrido como colectivo empezamos a poner en evidencia cómo en distinto ámbitos de nuestra vida se expresa esta asimetría entre el varón y la mujer, y no es el plano sexo-afectivo un plano que quede afuera de esto. En primer lugar entendemos que detrás de cada embarazo no deseado hay un varón involucrado. Pero históricamente como varones hemos ejercido ese poder en las relaciones sexo-afectivas, muchas veces sometiendo u obligando a las mujeres a tener sexo sin los cuidados necesarios y muchas veces, por justamente no ser portadores de la matriz, desafectándonos de todo lo que puede suceder luego de un acto sexual. Entonces, empezar a desarrollar un ejercicio de empatía, de compromiso y de involucramiento con una situación de la cual formamos parte.

Pero también en términos más amplios, rompiendo con lo que sería el varón heterosexual, creemos que hay una complicidad que tiene que ver con la negación a la soberanía sobre los cuerpos a la mujer que es necesario romper, tomando una voz activa. Porque justamente detrás de este proceso de estigmatización ante una mujer que desea interrumpir su embarazo, hay médicos misóginos y violentadores por excelencia, hay jueces, está la iglesia… entonces justamente en todo este entramado es necesario empezar a deconstruir ese lugar que ocupamos de opresores frente a las mujeres y habilitar las potencialidades que nos brinda eso a lo que refiere a nuestra emancipación como sujetos.

¿Cuál es el compromiso del varón en la actualidad por esta lucha?
Sin dudas se ha instalado como un tema políticamente correcto en las organizaciones políticas de izquierda y progresistas, pero eso no se traduce necesariamente en un compromiso y en un involucramiento activos, sin embargo es algo que podemos decir que está en proceso. Por ejemplo en las fechas importantes que tienen que ver con la lucha por el aborto, ha habido históricamente una falta de reconocimiento de la importancia de esas jornadas de lucha, que se traduce en falta de convocatoria, sobre todo de varones.

Pero esta falta de compromiso viene cambiando, de alguna manera gracias a que existen espacios como este, pero no solo de varones sino también de mujeres, que dentro de otras organizaciones políticas vienen haciendo un gran trabajo para instalar estos temas en la agenda y para darse estos debates hacia el interior de las organizaciones. Asique podría decirse que se puede ver un avance pero que lamentablemente no se reproduce en la sociedad en general.

¿Y en cuanto a la agenda media vos sentís que el tema está incluido?
Sí, pero con estrategias funcionales a los intereses gubernamentales y corporativos. Porque de alguna manera la lucha por la despenalización del aborto, que históricamente involucró al conjunto de las organizaciones feministas del país con una perspectiva autónoma y plural, hoy ha entrado en tensión en un momento político en el cual el Kirchnerismo asoma proyectos manejándolos a puertas cerradas, y es ese sector el que nos genera cierto pesimismo por el hecho de que si tiene incidencia en los medios, a diferencia de la amplia gama de organizaciones feministas del país que viene dando cotidianamente las luchas, haciendo mesasos de difusión, denunciando la no aplicación de abortos no punibles, etc.

En el blog del Colectivo de Varones Anti patriarcales hay una frase que dice: “Por cada mujer que se siente atada por sus hijxs, hay un hombre que disfruta de tiempo libre a su costa”. ¿Cuál o cuáles son las causas de abandono por parte de los padres cuando se trata de embarazos jóvenes?
Yo tuve la oportunidad de leer un libro que se llama “El Calibán y la bruja” de Silvia Federici, una autora española, que realmente es muy esclarecedor con respecto a este tema. Da cuenta de cómo hay un ensamble histórico que tiene que ver con el capitalismo y el patriarcado, y en ese ensamble histórico cuál es el papel que se le ha atribuido a la mujer, que tiene que ver con el trabajo domestico. Por ejemplo, esta autora da cuenta de cómo, en las relaciones comunales, la mujer como portadora del saber que tiene que ver con lo domestico y con el cuidado de los niños y las niñas, tenía un lugar de más relevancia. Eso, desde el momento en el que las relaciones pasan a ser relaciones mercantiles y de que las estructuras laborales pasan a ser masculinas, da lugar a un proceso de invisibilización del trabajo de la mujer y, al mismo tiempo, a hacer una relación natural la de mujer y madre.

Esa relación natural, la de mujer-madre, es la que, tanto nosotros como las organizaciones de mujeres, tratamos de romper, porque justamente, al igual que la importancia que para una mujer supone un embarazo, también es necesario que podamos visibilizar la importancia de que la mujer desee llevar adelante ese embarazo, por todo lo que supone. Supone, por ejemplo, que a partir del momento en que queda embarazada y no puede interrumpirlo sin culpa mediante, queda sujeta a tener un lugar de sometimiento, a una realidad a la cual no quiso llegar.

Por último: ¿Cuáles son los mecanismos por los que se plantean trasladar los debates a las masas?
Bueno, primero que nada nosotros formamos parte de distintos espacios de articulación, uno de ellos es la “Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito” en la ciudad de La Plata, también participamos en la consejería pre y pos aborto “Decidimos”, formamos parte de distintas instancias que se generan para repudiar actos machistas. Y al mismo tiempo tenemos una dimensión de trabajo que es la de llevar a cabo talleres para varones, en las cuales problematizamos cuestiones referidas al tema. Hay talleres más generales, como el histórico que hemos laburado de “¿Qué es ser varón?”, que es un taller introductorio pero que da lugar a procesos muy intensos de quienes lo llevan adelante, trabajando desde una perspectiva tomando elementos de lo que es la educación popular y desde la idea de sentí-pensarnos, hacemos ejercicios de sensibilización y de puesto de cuerpo en juego. Y también tenemos talleres que se abocan a temas más específicos, como el de “Varones y Aborto” o “Heteronormatividad y Homofobia” y son esos talleres desde los que pretendemos convidar la experiencia, buscando lograr espacios que puedan interpelar varones para que estos empiecen a transitar este camino.

Y también hemos tenido, por esta cuestión novedosa del colectivo, una llegada virtual bastante masiva. Cosas que podemos subir a los medios o al facebook suelen replicarse en todos lados y es desde aquí, mediante las estrategias comunicacionales, que tratamos de difundir nuestro trabajo también.

Leandro Kicillof